La Avenida de Mayo supo ser un frente de elevados y continuos edificios con diversos usos: pasajes, galerías, restaurantes, grandes tiendas, bares, hoteles, teatros, cafés, oficinas y redacciones de diarios. Empleados, canillitas, vigilantes, betuneros, habitués, periodistas y bohemios se congregaron en sus veredas o deambularon por sus mesas de cafés y sus tiendas. Esta caminata recorre íntegramente el primer bulevar de nuestra ciudad y revive el tempo urbano metropolitano que hizo de él primero un corredor privilegiado de Buenos Aires y luego el escenario clásico por donde se moviliza la protesta o se desfila con orgullo reivindicando derechos inclusivos.